viernes, 2 de diciembre de 2011

La Demonización de las Putas (16 de enero de 2009)

“Y ¿Qué vamos a hacer cuando los hombres no nos miren?” se preguntaba a sí misma una mujer en un reportaje del programa Documentos TV. “Pagar”, respondía. El reportaje en cuestión hablaba del sexo de pago en las mujeres. Y es que, la culminación del proceso de igualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad, ha traído consigo que actitudes que hasta ahora estaban circunscritas al ámbito masculino, se vean ahora también en el femenino.
 
Una noche estaba en la pista de una discoteca hablando con un amigo, al mirar a mi alrededor, veo al final de una escalera que subía a una chica que, coqueteando me hace un gesto y me invita a subir. Como yo pasaba, le devolví el gesto al contrario, que ella bajara a la pista. Ella volvió a hacer el gesto de subir, y yo el de bajar, y así nos tiramos jugando un rato. Unos minutos después, mi amigo con el que continué hablando, me llamó la atención sobre que la chica en cuestión y otra amiga se habían puesto a nuestro lado. Empezamos a hablar y me dijo: “¿Tú no eres de Madrid, verdad?”. Vamos que el nacer, criarme y vivir la mayor parte de mi vida en Madrizzzz no me ha servido de nada. Y todo porque, ante sus gestos, yo no había ido donde ella estaba.
 
Estas 2 historias, que en principio parece que no tienen nada que ver, tienen un punto en común: Que ante la falta de conseguir que le den lo que desean (y nunca mejor dicho), acaban pasando a la acción para conseguirlo.
 
Yo nunca he pagado por sexo, va en contra de mis principios. Ante esa idea, siempre ha salido la misma respuesta “¿Pagar yo? ¿Me pagan ellas a mí cuando lo hacen? No, pues entonces”.
 
Pero que yo no lo haga, no quiere decir que no respete a los que tomen esa opción. Los que demonizan a los que usan los servicios de prostitutas, suelen acusarles de fomentar la esclavitud humana, y el tráfico de mujeres que aparece en muchos casos. Son cosas relacionadas, pero no es lo mismo.
 
En el reportaje venía a decir que, en el sexo de pago, mientras las mujeres buscaban más la intimidad y comunicación (producto de que la parte más carnal por defecto siempre la han conseguido más fácilmente), los hombres van más al sexo puro y duro (producto de tener más llena la otra parte, pues las amistades en los hombres suelen ser más sinceras). Al fin y al cabo, tanto hombres como mujeres buscamos llegar al mismo objetivo, pero por distintos caminos. Así que, ¿Quién soy yo para juzgar a otro porque elige un camino distinto al mío?
 
Jose Antonio Rodríguez Clemente

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