viernes, 2 de diciembre de 2011

Cuando una Estrella alumbra tu camino (24 de marzo de 2008)

Todos hemos vivido a lo largo de nuestra vida lo maravilloso que es estar enamorado, sobre todo al principio, en ese momento en que todo es nuevo y reluciente, y en el que dices “estoy servido” al reparto de cartas que en tu vida hace la suerte.
 
Ves pasar a las demás mujeres -aquellas por las que antes girabas tu cuello al pasar- como si de jarrones fuesen, y mientras los demás tíos babean por sus encantos piensas “sí, están bien, pero yo tengo a alguien mejor”. Y te das cuenta lo afortunado que eres,  disfrutas sólo con mirarla y ver su sonrisa; porque cada cita es un acontecimiento, y se hace siempre tan corta, y vuelves siempre a casa saboreando los momentos vividos, sintiéndote especial, porque ella simplemente es… especial.
 
Es un sentimiento, y a veces pasa y desaparece como si de una aspirina efervescente se tratase, las relaciones y las personas cambian, pero los momentos mágicos como estos se recuerdan toda la vida.
 
Por ello, si alguna vez tienes la oportunidad de vivir un momento así, lo mejor es vivirlo con toda la intensidad del mundo, porque sólo se vive una vez, y este mundo -que a veces es una mierda porque en si lo es y porque nosotros nos empeñamos en hacerlo un poco más- a veces tiene este tipo de oasis, y merece la pena vivirlo al máximo y, si es posible, tratar de hacer que dure… para siempre.
 
Jose Antonio Rodríguez Clemente

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